viernes, 23 de septiembre de 2011

Nuestro papel en la política

Hace unas semanas atrás yo era una de las que pensaba que la política no era más que negociar acuerdos internacionales de paz, comercio, seguridad ciudadana... o un grupo de 57 personas sentadas en sus curules que no logran conciliar el diálogo para ponerse de acuerdo en la toma de una decisión importante y atrasan los procesos incluso por años... Pero esa cerrada visión ha cambiado radicalmente.

En su libro "El Contrato Social", publicado en 1762, Jean-Jacques Rousseau expone los puntos de la libertad de cada individuo, la igualdad y la forma de vivir en armonía. Las personas no pueden vivir aisladas y es por ello que se hace indispensable encontrar mecanismos que permitan desenvolverse de la mejor manera sin dañar las libertades o los derechos de las demás personas. En este contexto la frase "la libertad de uno se acaba cuando empieza la libertad del otro" es muy apropiada.

La efectividad de la política en la actualidad depende de la suma de acciones o aportes que cada uno de nosotros como parte de la sociedad podemos hacer para mejorar el entorno en el que nos desarrollamos y con ello alcanzar el bienestar común. En un mundo que avanza tan rápido y que nos presenta tantos retos, ya no podemos permitirnos el lujo de simplemente dejar que otros decidan por nososotros y luego sólo quejarnos de las medidas que se toman en los diferentes campos, donde tal vez pudimos haber aportado algo si hubiesemos tenido la convicción de que realmente podemos hacer una pequeña diferencia.

Este es el reto que nos presenta la política a los jóvenes de hoy: involucrarnos, participar, opinar, decidir, tomar las riendas de un país en crecimiento... y dejar de lado el temor o incluso la pereza con el pensamiento de que "eso no me toca a mí".

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